Suena tu alma en la melódica
mientras la mía desborda en mis ojos:
Quiéreme,
no lo puedo gritar más alto.
Me miras
y se escapa una sonrisa que no se sabe chivar;
te beso
y mis labios evitan los tuyos, que son una trampa:
Quiéreme.
En tu mano está el reservado de mi cuello
para que me agarres,
me acerques
y no me dejes marchar:
Hazlo,
¡Quiéreme!
Yo no lo puedo gritar más alto.
No hay comentarios :
Publicar un comentario