Bésame hasta que se rompan mis labios,
fóllame hasta que no queden condones
que coger del armario, de la mesita o del cajón,
no sé donde más los tenemos guardados.
Abrázame hasta que se esconda la luna,
que siempre que la encuentro en el cielo
me está mirando y brilla con una luz
que no es suya, y eso me da miedo.
Quiéreme mientras mi corazón tenga frío
que las mantas cayeron al suelo
y está sucio.
Si te vas,
hazlo durante la mañana
y quédate esta noche:
Yo no puedo sólo
con noches tan largas,
tan aburridas,
tan solitarias...
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