Me miras,
te miro;
Silencio.
Me llamas,
me esperas,
y no llego.
Huyen indiscretos
tus ojos que me buscan,
que persigo;
Que nada encuentran
porque nada quiero darles.
Miento.
Podría darles mi desidia,
mi tortura;
todas las culpas y el dolor
y el miedo que tengo,
pero pobres:
Como podrían ellos
saber, querer eso.
Pobres:
No se equivocan
en lo que buscan,
si no en donde.
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