El villano que te robó la sonrisa y la mirada, tristeza

Otra vez aquí viéndote llorar
sin tener muy claro por qué;
pero aquí estamos:
Tú llorando en mis brazos
y yo perdido en algún lugar
buscando tu sonrisa, tu mirada,
robadas ambas por la tristeza
que se volvió villano:
Tras ella marcho
pretendiendo salvarte.

Tus ojos casi muertos,
tu boca fría y dura:
Asalto a tu corazón
y robada tu dulzura,
robada tu alegría;
robados
los brillantes todos de tu vida,
 estás arruinada y duele verlo.

Tras un rato
he dado caza al villano con el botín.
Frente a frente,
la tristeza se escuda en tu rostro mojado
pero yo soplo tus lágrimas,
y se le escapa tu sonrisa de las manos.
Pero tú sigues llorando
y yo no respondo.

Y por malo que fuera
era hombre y grita,
se asustó y pidió perdón:
pero sus palabras murieron
con él en tu llanto.

Vuelves a ser tú,
reluciente con tus brillantes.
Me das las gracias,
ya no lloras: eso es lo que importa.
Si así puedo evitar tu dolor
que se vea condenada mi alma;
que me hagan reserva en el infierno, no le temo.

Si tú estás bien
ya tengo aquí el cielo que quiero.