Me dijiste:
-puedes reír-,
y lloré;
-Puedes llorar-,
y reí.
Me dijiste:
-Sé sincero-
y mentí,
-Quédate-,
y escapé;
-Quiéreme-,
y te odié
por pedírmelo.
Me dijiste:
-Miénteme-,
y confesé,
-Ódiame-
y te besé,
-Olvídame-
y me negué;
-Vete-,
y me quedé
de tanto de quererte.
Me dijiste en silencio con tu mirada,
con tu sonrisa,
con tus manos aventuradas
el amor que no salía en tus palabras,
y por primera vez,
estuvimos de acuerdo: yo también te amaba.
Te amaba.
Aveces un instante se cuela en cada segundo de toda una vida.
Genio ;)
ResponderEliminarniaaaaaa gracias cris =)
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