Frecuenta una cantina olvidada de Gentes heavys
como ella en su
corazón,
aunque hace tiempo que lo tiene enterrado en superficialidad de
la cara:
Siempre le echa la culpa a la costumbre de acabar allí.
Querría
botas, pero luce tacones.
Extraña mucho las chupas de cuero,
la
libertad de su alma y de su cuerpo,
pero viste escotes malintencionados y
pantalones ceñidos.
Se maquilla y sufre,
porque no le gusta:
No tiene un corazón que la empuje a ser como es en
verdad.
Su vida son las miradas ajenas, la atención ajena: los demás.
Por eso cuando se haya sola en su piso se deprime o bebe,
sabe que no debe juntar ambas cosas:
Se ha vuelto muchas cosas,
pero no idiota.
Ella sólo quiere encontrar su lugar,
un lugar donde no vuelva a llorar,
al menos sola.
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