El café vacío en la mesa llena el espacio
que ocupaban mis sueños, y yo,
me hallo despierto preguntándome por qué.
me hallo despierto preguntándome por qué.
¿Qué tendrá el café?
¿Azúcar?¿Realidad?¿Desilusión?
Porque despertar así no es despertar,
es matar el sueño.
Y no hay quien muera
sin que nadie entristezca,
ni sueño que al irse
no se corte las venas.
Mierda.
Debí pensarlo antes
de tomar el café.
Aunque, al fin y al cabo,
hay sueños
que amarga tenerlos,
y esos,
son lo que el café desangra.
Él sólo mata sueños;
no despierta, no salva.
Pediré otro doble.
La mañana se ve larga
y hay sueños que no quiero,
que aún aguantan.
y abras de probar el cafe matutino, a solas...al inicio del dia sin azucar solo disfrutando ese adictivo sabor amargo. Me pierdo en tus letras...las vivo. Namaste.
ResponderEliminarSiempre es un placer encontrarme con un comentario tuyo rocío, muchas gracias =)
ResponderEliminarQué grande eres
ResponderEliminarGracias cris =)
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